La selección chilena de vóley femenino vuelve a Frutillar, repitiendo la experiencia del 2019 y que fue parte de la ruta que llevó al equipo nacional a ganar el sudamericano de Lima. Esta vez, sin embargo, el desafío es mayor: quedarse con uno de los cupos para el campeonato mundial sub-18 del 2021.
El plantel permanecerá en la ciudad lacustre hasta el 22 de febrero, cumpliendo un exigente cronograma de prácticas y preparación física en dos tandas diarias, y que se materializó gracias al apoyo del Instituto Alemán frutillarino y el municipio local. De esta forma, explica el entrenador jefe del seleccionado nacional, Eduardo Guillaume, es posible lograr máxima concentración y rendimiento por parte de las jugadoras. Tras el éxito del sudamericano de Lima, y con un plantel consolidado, las expectativas apuntan al campeonato mundial del próximo año: “Este grupo lleva trabajando poco más de dos años. Nos fue muy bien el año pasado en Lima, ganando la final a Perú, y este año tenemos durante la primera semana de julio, el sudamericano sub 18, que entrega tres plazas al campeonato mundial, y la idea y la ilusión nuestra es meter por primera vez a Chile en un mundial femenino, ya que hasta ahora nunca ha estado”.
Guillaume destacó que este es un equipo muy consolidado y competitivo, con muchas ganas de ganar y de trabajar para sobresalir en aspectos como la defensa, para compensar la mayor envergadura física de equipos como el argentino o el brasileño.
Una vez más al trabajo de la selección nacional femenina se suma la frutillarina Petra Schwartzman, quien este año cursará 1° Medio en el Instituto Alemán, y que vive desde hace ya un año el desafío de ser parte del equipo chileno de vóley femenino. Según explicó la joven jugadora, el compartir junto a sus compañeras de Selección de nuevo en su ciudad de origen, “Igual que siempre es una alegría, feliz de estar de nuevo en Frutillar, significa seguir mejorando siempre. Nos estamos preparando para el Sudamericano, que es una nueva oportunidad de seguir avanzando y clasificar a un Mundial. Va a ser un año duro, vamos a tener mucho entrenamiento, harta carga, con el fin de poder clasificar, así es que lograr organizarme va a ser el truco en todo el proceso”, explicó la jugadora, haciendo referencia al desafío que significa estudiar y al mismo tiempo ser una deportista de alto nivel.
La selección nacional llegó el viernes 14 a Frutillar, y su permanencia en la comuna se extenderá hasta el sábado 22, día en que el plantel se trasladará a Santiago para continuar allí con los entrenamientos con miras al sudamericano de julio, que se desarrollará en territorio nacional y cuya ciudad sede está aún por definirse.